Me he quedado sin culo.

Durante veinte años me he jugado la vida para terminar en prisión, y como deseo tener vida personal, las compensaciones nunca se corresponden con lo que uno deja en el camino». Amedo tiene tiempo, en estos meses de infortunio, para leer, y así ha leído el libro que a su implicación con el GAL han dedicado los periodistas Melchor Miralles y Ricardo Arques: «No me reconozco en él. Desde luego, los autores saben que no hablan de mí. La única verdad de ese «libro» es la foto de la portada. Ustedes conocen a los autores, pero ¿a qué no saben que el llamado «garganta profunda» y asesor de temas íntimos es Txema Montero?»

Es tan legítimo que Amedo tenga planes para la década sorprendente, que ya asoma, como que los tenga cualquier lector, usted y yo. Así que, ¿por qué no finalizar éste «pasando revista» ojeando, una vez más estas, y ver lo que, en Cambio 16, nos augura, signo del zodiaco a signo del zodiaco, Carlos Gil, miembro de la Facultad de Estudios Astrológicos y de la Logía de Astrología de Londres?