Semilla de ilusión

Tras la década de los grandes cambios (1970-1980) con repercusión social y pública, en estos años la Iglesia ha entrado en una fase de recomposición interna. Ha tenido que pasar de los cambios formales, jurídicos sociales, a los cambios profundos, a las preguntas decisivas. ¿Cuál es su aportación específica a la vida humana? ¿Cuál es la novedad fundamental del cristianismo para la existencia en el orden de la verdad, de la justicia, de la esperanza? ¿Cómo se articulan las propuestas de sentido último que el evangelio ofrece con las propuestas inmediatas que , el derecho, la política y la moral ofrecen a los hombres?.

Ha habido que pensar la relación en que ciudadanía y confesión han vivido en España y proyectar unas nuevas relaciones, donde la fe deje de ser el único factor configurador de la existencia hispánica, pero donde encuentre sin embargo su lugar propio, se pueda ejercer como una posibilidad enriquecedora de la vida humana, corno algo con capacidad de presente y de futuro, y no sólo como remanente histórico. Tras la reforma social y política ha llegado el momento de la «reconformación de las conciencias» en la nueva situación histórica.Y este es un proceso lento difícil, silencioso.

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