El diálogo adolescente

Hace 20 años que Ética para Amador apareció en las librerías y con el paso del tiempo, se ha convertido en un clásico de los programas lectivos de los colegios e institutos españoles. Por ello, la editorial Ariel decidió hacer un concurso para conmemorar la obra del filósofo Fernando Savater. De todos los trabajos recibidos, Francisco Labarta y Pablo Valverde, dos alumnos de 2 de Bachillerato del IES Virgen del Pilar de Zaragoza, han ganado el certamen por una reflexión original, alejada del típico ensayo. 

«Cuando lo entregamos nos dijo que estaba muy bien, que tenía una expresión pura y que había un concurso en el que podíamos participar», explica Francisco, de 17 años, sobre la conversación mantenida con su profesor de Filosofía, Juan Carlos Olite. Éste lo mandó al certamen Ética para Amador 2.0. «En ningún momento pensábamos que íbamos a ganar, porque estaba un poco desviado del tema», prosigue. 

El requisito principal es que versara sobre una cuestión ética y se proponían ejemplos concretos como la inmigración, la ecología y la libertad. El suyo tenía que ver con éste último: «Quedamos en un bar e hicimos un diálogo entre los dos», declara. En clase habían leído los textos de La República, de Platón, y desarrollaron una reflexión sobre el Reto de Glaucón. Así titularon su trabajo. 

Se centraron en el anillo de Ciges, un hombre que se vuelve invisible al ponérselo. Ellos se plantean qué haría una persona si tuviera el poder de pasar inadvertida. «Juan Carlos me llamó por mi nombre y pensaba que ya había hecho algo malo», afirma divertido, a propósito del momento en el que les comunicaron que eran los vencedores por su diálogo. 
«No me creía lo ganar el concurso a nivel nacional y nos llevamos una gran alegría», afirma Pablo, que también tiene 17 años. «Nos pusimos juntos para hacer el trabajo porque nos llevamos muy bien y en Filosofía nos complementamos», explica sobre lo importante que fue tener puntos de vista en común. 

Conocieron el veredicto el 23 de enero y después de las felicitaciones de profesores, compañeros y familia, el 1 de marzo recibieron el premio: la visita de Fernando Savater y su clase magistral. «Me pareció sincero, con las ideas claras y muy majo, aunque no coincido en bastantes cosas», explica Pablo. El filósofo dio una charla y luego se abrió un debate en el que se trataron temas que recoge Ética para Amador y otras cuestiones que preocupan a los alumnos, como internet, la moral, etc. 

«Nos explicó por qué hizo el libro y nos dijo que le había gustado mucho el trabajo», declara Fran. Para él, es importante que se celebren actividades así y que las clases de Filosofía sean amenas, como las que hace su profesor Juan Carlos. 

«Fran y yo no somos alumnos ideales, vamos al límite porque somos muy vagos», confiesa Pablo entre risas. Todavía no tienen muy claro qué estudiar si aprueban todo el año que viene, pero una de sus opciones es la carrera de Filosofía. «Para mí es una de las asignaturas en las que más se aprende porque se tratan temas que normalmente no se abordan y son importantes. Te hacen construir tu ética y tu moral», añade. 

En su trabajo El reto de Glaucón, coinciden en que poseer un anillo con tanto poder supone tener dos dedos de frente y saber controlarlo. Durante el diálogo, Fran intenta saber qué haría su amigo en el lugar de Ciges, y Pablo le da largas y deja la historia inacabada, aunque con se confiesa: «La conclusión es que esa persona acabaría con su vida personal y social, por lo que yo lo tiraría al mar». 

De izquierda a derecha, Pablo Valverde, el filósofo Fernando Savater y Francisco Labarta.

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