Bobby Brown en prisión

Si alguna vez le da por conducir en California con el carné de conducir suspendido y con un nivel de alcohol en sangre muy superior al nivel permitido, no se preocupe: su visita a una de las cárceles del estado podría ser casi testimonial. El cantante Bobby Brown es una buen muestra de ello, condenado a 55 días en prisión por conducir con unas copas de más -la segunda vez que incurre en esa clase de delito- de los que solo ha tenido que servir una minúscula fracción: ocho horas.

El ex marido de Whitney Houston se presentó el domingo ante las autoridades para su ingreso en la penitenciaría y poco después estaba en libertad, aún con los cuatro años sobre sus hombres de libertad condicional, pero en la calle. Ya lo había advertido el portavoz del departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles, Steve Whitmore, que no veía a Brown más de nueve días entre rejas por el grave problema de superpoblación carcelaria que padece California.

Al final, las autoridades del centro optaron por mandarlo a su domicilio con un dispositivo en el tobillo que les permitirá tenerle localizado en todo momento, sin que haya trascendido si el cantante podrá o no salir de su casa mientras lo lleve. No se librará, eso sí, del resto de obligaciones que le ha asignado el juez por conducir con exceso de alcohol, con el carné de conducir suspendido y la violación de la libertad condicional por una condena anterior, también por ir al volante con una copas de más.

Esos problemas con el alcohol se hicieron legendarios durante sus años de matrimonio con Houston, a la que maltrató física y psicológicamente. Tuvieron una hija en común, Bobby Kristina Brown, que ahora aspira a seguir los pasos de su madre y que ha declarado abiertamente que la relación con su padre ha atravesado por graves problemas.

La ridícula condena a Brown recuerda a casos como el de Lindsay Lohan, sentenciada en seis ocasiones a servir una condena en prisión pero siempre con estancias mínimas por el mismo problema, el del exceso de reos en la prisiones del estado. En su momento, el ex gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, atajó el problema liberando del resto de sus condenas a aquellos presos con delitos menores, una medida muy criticada desde el bando conservador.

En la actualidad la situación ha persistido, por lo que las sentencias llevan implícitas las consiguientes reducciones. Brown sabía que no pasaría más de dos semanas entre rejas al ser condenado a servir 55 días, pero no que su visita fuese a ser tan efímera. Aún así, Lohan logró superarle en noviembre de 2011, cuando su estancia en la penitenciaría no llegó a las cuatro horas y media de duración. Cosas del estrellato hollywoodiense.

Le han colocado un dispositivo en el tobillo para tenerle siempre localizado.

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