Beth Reekles se ha pasado toda su vida escribiendo

A Beth Reekles, Abigail Gibbs, Maya Van Wagenen y Emily Baker más que leerles cuentos se los corregían. Son la cara más joven de un fenómeno literario que, al calor de los blogs y las webs de fan fiction, ha invertido las normas de la industria: es la gente la que, a través de internet, decide lo que quiere leer y son las editoriales las que obedecen e imprimen. Los padres de Beth Reekles (Newport, Gales, 1996) siempre la recuerdan escribiendo. 

Tenía 15 años cuando tecleó en el ordenador de su padre: "¿Quieres tomar algo?". No era una llamada de auxilio dirigida a una amiga, sino el comienzo de The Kissing Booth, un best-seller en Reino Unido que acaba de llegar a las librerías españolas traducido como Mi primer beso (Destino).

Mucho antes de imprimirse en papel, la historia de amor de Rochelle Evans y Noah Flynn triunfó en el portal de lectura Wattpad, donde Reekles subía los capítulos según los iba terminando. "Todo sucedió muy rápido", recuerda la escritora. "Una noche me fui a la cama después de haber colgado en internet unas cuantas páginas y, a la mañana siguiente, me encontré con 300 comentarios". 

Para cuando se quiso dar cuenta, ya tenía 19 millones de lectores, más de 40.000 comentarios y una oferta en firme de Random House para publicar la historia. "No podía creerlo. Fueron días de auténtica ciencia ficción". Quizá por eso se ha matriculado en la carrera de Física mientras prepara su último libro, Out of Tune.

También el nombre de Abigail Gibbs (Devon, Inglaterra, 1995) sonó antes en Wattpad que en la sección de cultura de los periódicos. Acababa de cumplir 15 años cuando empezó a escribir Que nunca amanezca (Planeta), una fanfic de vampiros que ha cautivado a 17 millones de lectores en todo el mundo. Tal fue el furor que causó en la red, que la editorial Harper Collins compró los derechos del último capítulo para publicarlo en exclusiva. "Reconozco que nunca fui una gran fan de las novelas de vampiros hasta que leí los libros de Crepúsculo de Stephenie Meyer", cuenta Gibbs, que actualmente estudia literatura en Oxford. 

"Sin embargo, me parecía que a los vampiros actuales les faltaba algo de nervio… ¡y mucha sangre!". Inspirada en el universo romántico de William Blake y Bram Stoker, la saga The Dark Heroine ha puesto los dientes largos a los incondicionales del género más popular en las librerías.

Reekles y Maya Van Wagenen (Estados Unidos, 1998) no se conocen personalmente, pero la revista Time ha incluido los nombres de ambas en su lista anual de los adolescentes más influyentes del planeta, junto a Justin Bieber y Malala Yousafzai. 

"Más allá de nuestra especialidad –interviene Reekles–, me atrevería a decir que los 16 de la lista tenemos en común la perseverancia y la capacidad de sacrificio". Por su parte, Van Wagenen ya se ha cobrado un cheque de 300.000 dólares por la publicación de Popular: Vintage Wisdom for the Modern Geek, en el que narra cómo consiguió ser popular en el instituto gracias a una guía para adolescentes de los años 50 que encontró por casa. 

"En la época en que comencé el experimento sacaba muy buenas notas pero no tenía vida social", confiesa esta joven admiradora de Charles Dickens y Tina Fey. "Tan pronto empecé a cumplir con las pautas de la guía sobre dieta, maquillaje y vestimenta me di cuenta de que no necesitaba a los demás para sentirme cómoda con mi personalidad". 

A la espera de que su diario llegue a las librerías españolas, Steven Spielberg ya ha comprado los derechos de la historia. Algo con lo que sueña Reekles. "Hace unos días los directivos de la Random House Children’s Screen Entertainment se reunieron en Los Ángeles con un importante guionista, pero no he vuelto a tener noticias. ¡Cruzo los dedos para que Mi primer beso conquiste las salas de cine!".

El éxito arrollador de Cincuenta sombras de Grey (que se publicó primero online para luego superar los 90 millones de copias en papel) ha animado a las editoriales a buscar a otras E. L. James en las arcas perdidas de internet. Lindsey Heaven, de la casa Penguin, llevaba tiempo queriendo hincar el diente a la archipopular boy band One Direction, cuando por casualidad se topó con un relato que Emily Baker (North Lincolnshire, Inglaterra, 1996) había ido publicando en el portal de lectura gratuito Movellas.com, donde contaba con más de 30.000 seguidores. En pocas semanas Loving the Band ya estaba en las librerías. "Todo esto me ha sobrepasado", reconoce Baker. 

"Nunca me tomé la escritura en serio. Escribía una historia que me habría gustado vivir, porque ni siquiera había podido escuchar al grupo en directo". Traducido en España como Secretos en el backstage (Alfaguara), narra el encuentro en Londres de una adolescente con el grupo de moda.

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