La peluca de Cliff Richard

Cliff Richard no tiene aún 100 años, pero poco le falta. Ha cumplido exactamente 73, y para celebrarlo acaba de lanzar The Fabulous Rock and Roll Songbook, su disco número 100. Una cifra tan sólo superada por su idolatrado Elvis en el panteón de los mitos (los muertos y los todavía vivos).

Sir Cliff ha dado mucho que hablar también esta semana por la peluca delatora que llevaba en su entrevista en la BBC, con la que ha caído finalmente el mito de su eterna juventud. En las dos últimas décadas, posando a pecho descubierto, Richard se había consolidado como el ídolo indiscutible de los calendarios en el Reino Unido.

Con más de millón y medio de calendarios vendidos (frente a los 250 millones discos en su eterna carrera), el año pasado superó nada menos que a Justin Bieber, aunque todo parece indicar que el 2014 cederá el trono del poster boy a los One Direction. Ya iba siendo hora…

A Cliff Richard se le recuerda aún en España por su pulso a muerte en el Eurovisión de 1968 con la mismísima Massiel. Congratulations quedó segundo y ganó finalmente el La, la, la. Pero el británico encontró el mágico elixir del pop y estuvo girando y girando durante décadas. A estas alturas sigue siendo el tercer intérprete que más singles ha vendido en su tierra, y eso por no hablar de su primera reencarnación…

"Antes que Cliff Richard y los Shadows no había ninguna música que escuchar en el Reino Unido", palabra de John Lennon, que le vio grabar en Abbey Road. Su primer gran éxito, The Young Ones, fue en el año en que nació Barack Obama (1962). Durante una década incluso, a Richard se le conocía como el Elvis británico, antes de la llegada de los Beatles. Hasta que renunció a sus raíces rockeras, renació en el cristianismo y decidió hacerse blando con el pop. Su disco número 100, según él mismo ha dicho estos días, supone una vuelta a sus orígenes más "cañeros". "He cerrado el círculo, pero no quiero decir que será el último. Aún tengo cuerda para rato".

Por aquello de ambientarse, Cliff Richard decidió grabar en Nashville, lo cual le vino muy bien para dar un toque country a su calendario del 2014. El álbum incluye homenajes a Elvis (Teddy Bear), Little Richard (Rit It Up), Buddy Holly (Rave On) y Everly Brothers (Wake Up Little Susie).

El secreto de su larga vida musical, asegura, ha sido la persistencia y la fe de sus fans: "He tenido mis altibajos, pero triunfé en una época en que había más libertad artística. Hoy por hoy, la industria de la música es tremendamente destructiva. Me habrían jubilado al primer fracaso comercial". Richard se quita el sombrero (o la peluca) ante los One Direction, por su capacidad para generar "electricidad entre los fans". Pero lo ocurrido con Miley Cyrus le idigna… "Tengo varios sobrinos de su edad y es difícil encontrar su propio camino. Aunque espero que salga de ésta y que no se deje manipular", dice.

Sir Cliff celebra estos días los 100 álbunes (47 de estudio, 35 recopilatorios, 11 en directo y siete bandas sonoras) paseando su palmito y su bronceado a lo Julio Iglesias por las televisiones británicas. Su vida discurre entre la villa palaciega de las Barbados, su mansión en Berkshire y la casa en Portugal que comparte con el ex sacerdote John McElynn, que es también su mánager.

"La edad no me ha preocupado nunca porque he tenido la suerte de mantenerme con buena salud", confiesa el coetáneo de Paul McCartney y Mick Jagger, que reconoce haberse puesto botox para disimular las arrugas y poco más. Sigue una dieta estricta, principalmente vegetariana, y sustituye a veces el almuerzo por zumos de fruta. Juega al tenis tres veces por semana y le gusta correr descalzo por la playa.

"No tengo realmente unos abdominales muy marcados, y sé que nunca voy a ser un Schwarzenegger", reconoce. "Pero cada vez que se avecina el momento de las fotos para el calendario paso horas en el gimnasio, todos los días, durante tres meses… Y el resto del año puedo vivir de las rentas".

"Congratulations, qué buena suerte…" (como cantaba en la versión española de su empalagosa canción).