Los periodistas, esos seres amorales

La Iglesia institucional se siente perseguida por los medios de comunicación y son muchos los obispos que creen que desde ellos se denigra y maltrata la labor y la imagen eclesial. Así lo dejó entrever hace algún tiempo el secretario general del episcopado, monseñor García fiasco, y lo han vuelto a ratificar, de alguna manera, los delegados diocesanos de medios de comunicación de todo el país, reunidos recientemente en asamblea. «Los periodistas son amorales y buscan la noticia explosiva», señaló Rafael Ortega, uno de los ponentes en la asamblea de los encargados de la información religiosa de todas las diócesis españolas. 

Ortega añadió que el tratamiento de los temas relacionados con la iglesia en los medios «es muy malo y no se busca el ataque directo, sino el desprecio y la indiferencia ante el fenómeno religioso». Este analista añadió que «el tratamiento que se da a los temas religiosos es superficial, porque no está de moda». 

El maltrato que reciben las noticias de la iglesia en los medios se debe, además, según Rafael Ortega, a que «la información religiosa está en malas manos en importantes diarios nacionales». Otro de los ponentes de la asamblea de delegados diocesanos de medios de comunicación, Manuel Cruz, secretario de la Unión de Periodistas Católicos (UCIPE), afirmó, apoyándose en datos sociológicos, que «el fenómeno religioso interesa en la sociedad actual», pese a lo cual «los periodistas no abordan el tema». A continuación, el conferenciante definió al periodista español como «un profesional medio y muy normal». Justificó, asimismo, la escasa presencia de la información religiosa en los medios de comunicación, porque «el Evangelio no es mercancía apetecible en una sociedad saturada de información que nos lleva a la era de lo relativo, de lo opinable, donde no hay valores inmutables, la vida se torna cada vez más pública y la intimidad se convierte en un bien escaso». 


De ahí que, a juicio de Manuel Cruz, la iglesia sea una víctima más de la «estremecedora frialdad general», que reina en el país. Para que la iglesia consiga una mejor y más abundante presencia en los medios de comunicación el conferenciante sugirió «no tener miedo a los medios de comunicación, confiar en los seglares profesionales y crear una oficina de Prensa con director seglar». Postuló también Manuel Cruz que «en la COPE el toque cristiano se haga sentir en todos los programas», a la vez que abogó por la creación de una productora eclesiástica de programas de televisión.

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