Miel para el efecto anti edad

En 1984 el profesor Bernard Descottes, jefe del departamento de cirugía visceral y trasplantes del Hospital Universitario de Limoges, comenzó a emplear vendajes impregnados en miel en las heridas de pacientes que no reaccionaban a los tratamientos convencionales. 

Es así como descubrió que el néctar de la abeja favorecía una cicatrización mucho más rápida que cualquier otro fármaco, y decidió destinar su carrera a experimentar con este concentrado natural. 

Un cuarto de siglo después sus averiguaciones son un pilar fundamental también en la cosmética regeneradora.


"Rica en azúcares, la miel actúa como combustible para los fibroblastos, pero su poder regenerativo varía en función de la diversidad y la pureza del entorno de la abeja que la produce y de la genética de la misma", afirma el doctor Frédéric Bonté, director de investigación de Guerlain y uno de los responsables, junto con el profesor Alexis Desmoulliéres –miembro del equipo de Descottes y reconocido especialista en cicatrización–, del descubrimiento de la abeja negra de Ouessant. 

Esta especie produce una miel y una jalea real puras que, en un cosmético, consiguen, además de reparar las microfisuras que se producen en las capas más profundas de la piel, antesala del envejecimiento cutáneo –arrugas, flacidez–, restaurar los daños de las más superficiales, logrando una regeneración integral del cutis.

La abeja negra de Ouessant produce una miel regenerativa y nutritiva, de una pureza excepcional. Y lo hace gracias a las características únicas de su hábitat, la isla de la que toma su nombre. 

Situada en Sologne –una región protegida de cualquier contaminación urbana, libre de parásitos y abarrotada de castaños, brezos y lavanda–, es un entorno único para las colonias de esta variedad. Con el fin de asegurar la calidad de su jalea real, Guerlain ha instalado en este lugar 200 colmenas exclusivamente dedicadas a los tratamientos de la línea ‘Abeille Royale’.

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