Los ángeles son los mejores aliados de los hombres

Son una nueva moda, un próspero negocio. Protagonizan series de televisión, obras de teatro y llenan páginas de libros. Hasta Hillary Clinton confía su suerte a estas figuras celestiales. Son los ángeles, los mejores aliados de los hombres, que causan furor en Estados Unidos.

Tienen, entre otros, el don de la ubicuidad. Se les puede ver en programas de televisión, libros, pósters, tarjetas de felicitación, galletas, diarios, cuadernos, camisetas, paraguas, calzoncillos, calendarios, papel de regalo y cartas, pendientes, servilletas, películas, obras de teatro, adornos navideños, pins,... Los ángeles han tomado la Tierra.
Hace aproximadamente tres años que dejaron la corte celestial y decidieron mezclarse con los humanos. Desde entonces, su popularidad ha ido creciendo y creciendo. En Estados Unidos hay ya varias tiendas en las que sólo se venden productos relacionados con los ángeles. Harvard tiene un curso de querubines y serafines; el Boston College, dos. En Nueva Jersey se publica un boletín bimensual bautizado Angel de la Guarda.

Es tal la avalancha de títulos sobre el tema que las librerías han tenido que crear una sección especial de libros de ángeles. Y la tienda del Museo Metropolitan de Nueva York tiene problemas para hacer frente a la creciente demanda de reproducciones de estos personajillos alados.
Pero el boom no es una casualidad. Según una encuesta realizada por el semanario Time y la cadena de televisión CNN, la mayoría de los americanos cree a pies juntillas en los ángeles. Nada menos que siete de cada diez estadounidenses están convencidos de su existencia. El 32% asegura además que alguna vez a lo largo de su vida, ha sentido la presencia de un ángel. Y el 46% afirma que todos tenemos nuestro propio ángel de la guarda.

¡Si hasta Hillary Clinton confía su suerte a un querubín! La primera dama tiene un broche de oro, dos alas angelicales, que luce en la pechera aquellos días en los que necesita «una ayuda especial».
El mismísimo The New York Times ha tomado cartas en el asunto. Hace unas semanas, el prestigioso diario dedicaba un editorial al tema de los ángeles.
«En una época sectaria, en la que la gente muere y es perseguida por sus diferencias, los ángeles representan el no sectarismo: son comunes al cristianismo, al judaísmo, al Islam y al zoroastrismo. Para los budistas cumplen el mismo papel -seres celestiales al servicio de los mortales con problemas- que para los hinduistas. Son ejemplos universales de gracia e inocencia», afirmaba el The New York Times en un texto titulado «Angeles por todos lados».


El cine, el teatro y la televisión también se han apuntado a la «angelitis». Uno de los mayores éxitos de Broadway durante la pasada temporada y buena parte de ésta ha sido Angeles en América. Una obra en la que un enviado celestial atiende a un enfermo de sida y por la que Tony Kushner se ha llevado un premio Pulitzer.

En televisión, cada dos por tres se emiten programas con títulos tan explícitos como En busca de los ángeles, Cielo: Ayúdanos, Tocado por un ángel o El regreso del ángel. Y en cine, ahí está Angeles en el campo de béisbol.

En literatura no hay quien les haga sombra. Los libros de ángeles «vuelan» de los estantes de las librerías, y los títulos sobre el asunto se cuentan por decenas: Angeles: los misteriosos mensajeros, En busca de los ángeles, Un ángel que me vigila, Allá donde caminan los ángeles, Cartas de ángeles... La lista es interminable.

Los preferidos del gran público son aquellos que narran la visita de un ángel a un mortal en graves apuros. Los ciudadanos estadounidenses devoran las historias de ángeles que se aparecen a personas acosadas por los acreedores, o perdidas en el bosque, resolviendo todos sus problemas.
En España, los libros con ángeles como protagonistas comienzan a estar de moda. Leonor Alazraky, directora de una librería y un centro de estudios esotéricos en Madrid, afirma que ha llegado el momento propicio para que los ángeles se manifiesten.
En EEUU se desempolvan y rescatan las representaciones clásicas de ángeles. De la noche a la mañana, Rafael, el pintor renacentista, está más de moda que nunca. De hecho, sus querubines son en estos momentos la imagen más machaconamente reproducida del mundo. Más que cualquier Madonna -cantante incluida-, y muy por delante de sus más directos competidores: la Mona Lisa de Leonardo da Vinci y los Girasoles de Van Gogh.

Nadie sabe cuántas reproducciones de los querubines de Rafael se han vendido desde 1991, cuando fueron redescubiertos por compañías como Graphique de France (en Boston, Estados Unidos). Sólo a esta empresa le han quitado de las manos cinco millones de ángeles rafaelinos en forma de postales, tarjetas, pósters...

Y hay otras doce multinacionales que también comercializan estos querubines. Súmense por tanto 50 millones más de reproducciones vendidas. Añádanse las de los «piratas» y la cifra resultante le dejará sin respiración.

El furor es tal que se celebran congresos internacionales de expertos en Angelología: conferencias en las que se discute el sexo de los ángeles. Una cuestión que, después de más de 3.000 años dándole vueltas, parece por fin zanjada. Dicen los entendidos que los ángeles son espiritualidad pura. Vamos, que son seres sin cuerpo y, por lo tanto, carecen de atributos sexuales.
Además, aunque los Textos Sagrados se refieren a los ángeles casi siempre en términos de masculinidad, hay excepciones. En el Antiguo Testamento, en el Libro de Zacarías, se habla de dos ángeles femeninos. «Levanté mis ojos y vi, contemplé, a dos mujeres que se presentaron. Había viento en sus alas; tenían alas como las de una cigüeña», dice el profeta.
Hay quien, como Malcolm Godwin, autor del libro Angeles: Una especie en vías de extinción, opina que el arcángel San Gabriel es en realidad una «arcángela». «Miguel y Gabriel, los arcángeles, se complementan perfectamente. Miguel tiene atributos muy masculinos, y Gabriel, muy femeninos. De hecho, Gabriel es probablemente el único ángel femenino que existe».
El Islam cree en la existencia de los «huris». Unos ángeles femeninos que habitan en el cielo y que hacen las delicias sexuales de los musulmanes varones que llegan hasta allí. Y según el judío Libro de Enoch, Dios explicó a unos ángeles llamados vigilantes: «No he creado esposas para vosotros porque, siendo espirituales, vuestra morada está en el cielo». Sin embargo, y según la tradición, 200 pillos vigilantes bajaron a la Tierra para satisfacer su apetito sexual con las hijas de los humanos.

Palabras y nombres
Angelolatría.- Veneración o culto a los ángeles.
Angelología.- Estudio de los ángeles.
Angelofanía.- Visita o aparición de un ángel.
Angel.- Palabra de origen griego. Traducción del término hebreo «malakh» (emisario, mensajero).
Arcángel.- Es el más alto escalafón en la clasificación de los ángeles. El cristianismo y el judaísmo consideran que hay siete arcángeles.
Coro.- Los ángeles se organizan en órdenes, cada una de las cuales está dividida en tres coros.
Halo.- Emanación de luz alrededor de la cabeza de un ángel. Utilizado en la representación artística de los ángeles para mostrar toda su santidad y el resplandor de su espiritualidad.
Manná.- Especie de pan celestial mencionado en el Antiguo Testamento. Se cree que es el alimento de los ángeles.
Trono de los ángeles.- Formado por cuatro ángeles -Miguel, Gabriel, Rafael y Uriel-. Los cuatro únicos que se sitúan a los lados del trono de Dios en el Cielo.
Hahalah.- Es el ángel que desvela misterios ocultos.
Afriel.- Protege a los niños y animales jóvenes.
Mupiel.- Estimula la tolerancia del vive y deja vivir.
Rafael.- Sana las enfermedades y otorga la salud.
Miguel.- Concede milagros y alienta la misericordia.
Anael.- Alienta el amor, la pasión y el romance.
Baglis.- Da fuerza a aquellos que tienden a sobrepasarse.
Akriel.- Inspira logros intelectuales y mejora la memoria.
Mihr.- Es el ángel de la amistad, hace encontrar amigos y mejora las amistades.
Gabriel.- Revela a los hombres la existencia de Dios.

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