Detrás del 70% de los casos está la mano del ser humano, pero sigue habiendo un 30% de círculos que aparecen sin ningún tipo de explicación.
Los agroglifos son los círculos que aparecen misteriosamente en los cultivos con formas intrincadas, es un asunto que lleva dando vueltas desde la década de 1970.
La discusión sobre su autoría se pone de moda intermitentemente, a medida que surgen explicaciones o se refutan.
El número de círculos que han aparecido en los últimos años se ha incrementado exponencialmente, pero no se habla del asunto porque la teoría imperante es que todos los agroglifos son un montaje y que son creados por el ser humano.
Hay dos tipos de círculos: los primeros están claramente creados por la mano del hombre, a modo de broma, para atraer turistas, como forma de expresión artística o por el motivo que sea.
Pero junto a ellos siguen apareciendo otros círculos que no tienen una explicación tan clara.
Los agroglifos son dibujos que aparecen en los cultivos de trigo, cebada, maíz y otras cosechas, que se crean al doblar los tallos de las plantas, aplastándolas contra el suelo, todas en una misma dirección.
Los dibujos que más llaman la atención son gigantescos, visibles desde el aire o desde puntos elevados a mucha distancia.
Los diseños tienen formas mayormente circulares, lo cual es una de las claves en todo este asunto porque denotan la autoría humana, pero en ocasiones se complican con líneas rectas y otras formas más complicadas.
Uno de los agroglifos (artificiales) más complejos que se han creado se tituló Jaw-Dropper.
De estilo fractal, medía 245 metros de diámetro y estaba compuesto por 409 círculos. Apareció el 14 de agosto de 2001, en un campo llamado Milk Hill, en Wiltshire, Reino Unido.
Wiltshire es uno de los lugares del mundo donde más agroglifos se crean:

Otra de las claves es que aparecen en los cultivos muy rápidamente, de la noche a la mañana, incluso en pocas horas y a plena luz del día.
Una característica que no se suele mencionar es que algunos de los círculos dejan cicatriz en el suelo. El campo de cultivo se siega, se vuelve a sembrar para el año siguiente y, donde antes había un agroglifo, las plantas crecen de forma irregular o se desarrollan pobremente, pudiéndose ver la cicatriz con la forma borrosa que tenía el dibujo.
La cicatriz que dejan sobre el terreno los agroglifos.
A la derecha de la imagen de abajo, el dibujo original. A la izquierda, lo que sucede cuando crece la siguiente cosecha. En el lugar donde estaba el agroglifo queda una cicatriz denominada “círculo fantasma”.
La marca puede deberse a causas naturales… o tal vez no:

Actualmente se han contabilizado más de 10.000 círculos en 50 países diferentes.
La gran discusión sobre el asunto es su autoría, sobre la que no hay consenso para el 100% de los casos.
El primer agroglifo de la era moderna fue en 1.966, en Tully, Australia.
En la antigüedad ya se habían dado fenómenos parecidos, pero solo se han asociado con los agroglifos después de la oleada que se produjo en la segunda mitad del siglo XX.
El considerado primer caso fue el círculo de Tully, Australia, en 1966. A este dibujo se le bautizó como
"UFO Nest" (Nido de OVNI), porque un granjero local, George Pedley, declaró que mientras conducía su tractor por una carretera cercana, vio un platillo volante elevándose del suelo desde una zona pantanosa, que rápidamente se alejó volando.
El círculo de Tully, Australia, 1966.
Apareció en una zona pantanosa por la que no solía pasar nadie. Fue descubierto por casualidad, cuando un granjero vio despegar un objeto extraño desde la zona en la que se encontró:

Al inspeccionar el lugar desde el cual se habría producido despegue del OVNI, se encontró toda la vegetación combada hacia el suelo en una misma dirección, formando un círculo de unos 10 metros de diámetro.
A partir del caso de Tully, se produce la primera oleada de agroglifos del siglo XX. Primero se suceden los casos en toda Australia y luego el fenómeno se extiende por todo el mundo.
En la década de 1980 el fenómeno levantaba discusiones apasionadas, ya que muchas de las formas que estaban apareciendo tenían la figura de naves espaciales complejas, como si fueran el resultado de que un OVNI del futuro hubiese aterrizado en el campo de cultivo dejando su huella.
Uno de los puntos culminantes se produjo en 1990, fue cuando uno de estos agroglifos con aspecto de nave espacial aparecía en la portada de una recopilación de la banda Led Zeppelin.
El fenómeno había saltado de la prensa sensacionalista y paranormal a todos los ámbitos, incluyendo la cultura pop.
Agroglifo con aspecto de nave espacial:

Justo después de ese momento álgido, en 1991, salieron a la palestra dos jubilados ingleses, Doug Bower y Dave Chorley, atribuyéndose la autoría de todos los círculos aparecidos, más de 200, entre 1978 y 1991.
Según ellos, se trataba de una broma, realizada con simples materiales: un tablón de madera plano para aplastar las plantas y una cuerda que fijaban en el centro del círculo para ir dando vueltas poco a poco a medida que se soltaba el hilo, para así conseguir circunferencias perfectas. Esta es la razón por la cual las formas circulares son las más destacadas.
Agroglifo tipo fractal, aparecido al lado de Stonehenge en el año 1996. Fue bautizado como "The Julia Set" porque existe un fractal llamado Julia. Se lanzó la historia de que había aparecido espontáneamente a plena luz del día entre las 5:30 p. m. y las 6:15 p. m., con los guardias de seguridad jurando que no vieron a nadie haciendo el dibujo.
Aún así, puede considerarse como una extensión turística obvia al círculo de Stonehenge para dar valor añadido a los turistas que llegan:

La técnica es posible y, de hecho, se utiliza actualmente, junto a otras más desarrolladas, para realizar agroglifos comerciales, que se utilizan mayormente para atraer turistas.
¿Mala cosecha este año? Nada como crear un complicado dibujo en las plantas (cuanto más grande, mejor) para que se presente una legión de curiosos dispuestos a pagar una entrada por visitar el huerto.
En la imagen de bajo, el agroglifo titulado "UFO Strange Space on Earth, OVNI, espacio extraño en la Tierra”, este agroglifo se interpretó como la base de un OVNI triangular, pero en realidad es un fractal triangular con el número PI en la punta inferior derecha.
Apareció en el año 1991, en Barbury Castle, Reino Unido:
La confesión de Bower y Chorley se preparó cuidadosamente, llamando de antemano a un especialista en agroglifos, Pat Delgado, que se autodenominaba "cereólogo", para que confirmase uno de los círculos falsos de los jubilados.
Delgado lo dio por bueno y, acto seguido, los dos jubilados realizaron una demostración delante de varios periodistas de cómo hacían los dibujos en las cosechas.
Círculo artificial y turístico. Los agroglifos modernos cada vez son más masivos y cada vez más complicados:

La noticia daba la vuelta al mundo, dejando zanjado el asunto definitivamente; el tema de los agroglifos era una broma articulada por un par de jubilados aburridos.
¿Cuál es la pega de la confesión? En primer lugar, que para cuando Bower y Chorley salieron a escena, habían aparecido ya círculos en más de 24 países. Es imposible (y se demostró) que estos dos individuos no habían estado de gira mundial por campos de grano en varios continentes, aplastando plantas con sus tablas de planchar.
Las plantas presentan dos tipos de roturas según su autoría.
La segunda pega es que las plantas, al ser aplastadas contra el suelo para hacer los dibujos, presentan dos tipos de daños muy diferenciados según quién las haya hecho.
Cuando la autoría es humana, empleando métodos mecánicos, los tallos se rompen. Se parten por el punto donde se ha producido el aplastamiento. Si la planta tenía flores, la mayoría de los pétalos acaban desprendiéndose cuando las tablas con las cuerdas pasan por encima.
Una realidad incómoda. La imagen de abajo pertenece a un estudio sobre los daños que se producen en las plantas de los agroglifos cuya autoría no está clara.
A la izquierda, los nudos apicales normales de un tallo extraído del mismo campo de cultivo en donde apareció un círculo.
A la derecha, los tallos afectados por el dibujo, sacados del interior de la circunferencia. Los nudos apicales se habían estirado, provocando que la planta se combase hacia el suelo.
Este fenómeno no puede ser provocado por el ser humano, al menos con tecnología conocida.

En los casos que no tienen explicación, las plantas se comban hacia el suelo como si fuesen atraídas magnéticamente hacia la tierra. Los tallos no se parten y las flores quedan intactas.
Otra diferencia de estos casos sin explicación es que los nudos apicales de las plantas se estiran. Los tallos de la mayoría de cultivos tienen entre 4 y 5 nudos a lo largo. El primer nudo, el más cercano a las raíces, se llama apical. Este nudo queda alargado entre un 45% y un 200%.
No hay explicación para tal estiramiento, ni forma de que el ser humano pueda producirlo artificialmente, salvo tal vez en laboratorio.
Además, los nudos 2º, 3º y a veces el 4º presentan unos extraños agujeros, como si hubieran explotado desde dentro hacia fuera. Tampoco es posible producir este daño de forma artificial.
Otra realidad incómoda: los nudos 2º, 3º y 4º explotan desde dentro hacia fuera:
La causa o autoría de este tipo de agroglifos, que vienen a ser más o menos un 30% de los casos totales, no tiene explicación.
Hay testigos que dicen haber visto bolas de luz encima del campo donde aparecía el dibujo. Otros afirman que han visto cómo las hierbas se combaban espontáneamente delante de ellos para formar la figura, en cuestión de segundos, a la vez que escuchaban ruidos electroestáticos.
A medida que el fenómeno de los agroglifos proliferó a partir del círculo de Tully en 1966, los dibujos se han ido complicando cada vez más.
Parece que hay consenso en asegurar que los diseños con temáticas conocidas por el ser humano son de origen artificial, creados por el hombre.
En la imagen de abajo, círculo representando el número pi con 9 decimales, el 10º redondeado en el 9º: 3,141592654. Apareció en el año 2008, en Barbury Castle, un fuerte de la Edad de Hierro en Wroughton, Wilts, U.K. El número se lee desde el centro de la circunferencia hacia fuera. El primer segmento es un 3. El punto donde se parte el segmento es la coma que da inicio a la secuencia de decimales, cada uno representado por la longitud de los tramos:
Hay diseños geométricos, fractales, representaciones del número pi, mensajes ocultos en códigos binarios, representaciones gráficas de ecuaciones, una supuesta respuesta al mensaje de Arecibo lanzado al espacio por Carl Sagan en 1974 y después toda una saga de mensajes publicitarios.
Otros indicios sobre la autoría humana es que estos círculos suelen aparecer en campos comunicados por carreteras, cerca de poblaciones o de localizaciones famosas como Stonehenge.
A pesar de que en el 70% la autoría es clara, la realidad es que los agroglifos son un medio de comunicación con civilizaciones extraterrestres, de forma que nosotros podemos enviar un mensaje desde la Tierra haciendo un dibujo gigante en los campos de cultivo visible en el espacio, como si fueran las líneas de Nazca, y ellos pueden responder imprimiendo su mensaje en las cosechas desde el espacio proyectando las formas de luz que se ven o algún tipo de energía.
En la imagen inferior, un mensaje en código binario aparecido en U.K., en el año 2002. El mensaje en inglés decía "Beware the bearers of false gifts and their broken promises. Much pain but still time. Believe. There is good out there. We oppose deception. Conduit closing". Cuidado con los portadores de falsos regalos y sus promesas rotas. Mucho dolor pero todavía hay tiempo. Cree. Hay bien ahí fuera. Nos oponemos al engaño. Agujero de gusano cerrándose.
La palabra “conduit” en slang o jerga freaky significa “agujero de gusano”, implicando que el fenómeno de los agroglifos se transmite a través de agujeros en el espacio‑tiempo. Al lado del círculo dibujaron la cabeza de un alien gris:

Esta rebuscada teoría tiene un problema que a la vez puede ser una respuesta. Para que un extraterrestre pueda ver la superficie de nuestro planeta, su nave tendría que estar orbitando la Tierra.
Supongamos que existe una civilización inteligente en Próxima Centauri, la estrella más cercana al sistema solar, a 4,243 años luz de distancia.
En la imagen de abajo, diseño masivo, aparecido el 29 de Junio del 2014, al lado de una antigua calzada romana llamada Ackling Dyke, en Sixpenny Handley, Dorset, U.K.
El pentagrama interior representa los movimientos del planeta Venus. Los círculos grandes exteriores son lunas crecientes:

Para poder ver desde allí la superficie terrestre, tendrían que construir un telescopio del tamaño de un planeta, cual "estrella de la muerte" de Stars Wars, y necesitarían un mega-ordenador cuántico de tamaño parecido solo para lograr estabilizar la imagen.
Y aun consiguiéndolo, solo podrían ver lo que estaba pasando en la Tierra hace 4,243 años, que es lo que les tardaría en llegar la luz que refleja nuestro planeta, si es que pudieran captarla.
Agroglifo con forma de nave espacial:
La teoría de los círculos como medio de comunicación puede ser buena. Los satélites que orbitan la Tierra son capaces de fotografiar la superficie terrestre. Podría ser que algunos agroglifos se estén empleando para calibrar o testear satélites militares. De ahí los diseños con fractales, los códigos binarios o que aparezcan de la noche a la mañana.
Aun así, el 30% de los casos en los que se producen prolongaciones en los nudos apicales de las plantas, siguen sin tener explicación, por mucho que se quieran desmentir, sin obviar que pueda ser un fenómeno natural que desconocemos.
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