Kutxabank, la entidad resultante de la fusión de BBK, Kutxa y Vital, empezará a operar en enero de 2012 como la quinta entidad del ránking de cajas por activos tras lograr un amplio consenso en Euskadi a favor del proyecto.
El nuevo banco nace con una amplia cartera de participaciones, cuyo valor razonable al cierre de 2011 rondará 4.500 millones de euros (sin incluir el sector inmobiliario). Entre otras compañías, Kutxabank será accionista de Iberdrola (con el 5,5% del capital), Enagás (5%), CAF (20%), NH Hoteles (6,2%), Banco Sabadell (1,5%), Deoleo (5,7%), CLH (5%), Petronor (14%), Ingeteam (24,4%), Ibermática (52,9%) y Euskaltel (67,5%). Además, controlará firmas instrumentales y de negocio, como la aseguradora Biharko y las sociedades de valores Norbolsa y Fineco.
Alicia Vivanco, directora general de Financiación de Proyectos y Participadas de BBK, es la nueva directora de Participadas de Kutxabank, y tiene clara su estrategia futura: "Reducir tamaño". Según explica, BBK y Kutxa aportan a la fusionada una cartera de participadas muy importante, y eso dificulta la toma de decisiones.
El objetivo va a ser recortarla hasta llegar a un tamaño acorde con el del banco. Aunque está por fijar esa ratio de cartera sobre fondos propios, sería "razonable" pensar que la cartera adecuada estará en torno a los 3.000 millones.
Las reglas de Basilea condicionarán la política de Kutxabank en este área al penalizar la participación de capital en sociedades. Vivanco cree que este castigo no cambiará pese a las quejas porque al mundo anglosajón -que marca las reglas del juego- no le gustan las posiciones en cartera (una actividad a largo plazo), y defiende a su banca, que es de inversión y cortoplacista.
La responsable de Kutxabank admite que la cartera industrial "luce muy bonito en momentos expansivos", pero cuando la economía entra en crecimientos planos como ahora aporta menos a los resultados y empieza a consumir cifras importantes de recursos. Con todo, y pese a no constituir el negocio core del banco, las participadas han contribuido de manera recurrente vía dividendos a la cuenta de resultados, y ahora hay que actuar con prudencia.
Prescindir de esa línea de ingresos en la cuenta de resultados y sustituirla por negocio core no es fácil, y menos en época de atonía económica. "No queremos que los resultados se vean perjudicados, y por eso disminuiremos la cartera en dos años, tiempo en el que esperamos que se recuperen la economía y el crédito y se normalice nuestro
negocio", dice Vivanco. "Éste es el encaje que tenemos que hacer, suponiendo que no se aceleren los tiempos de Basilea, porque si hay cambios que penalicen las cifras de solvencia deberemos agilizar el proceso".
La desinversión se va a realizar con criterios estratégicos y considerando la importancia tecnológica, la presencia local, y la madurez de los proyectos. En un primer análisis - "es necesario estudiar a fondo todas las participaciones", advierte Vivanco- son estratégicas Iberdrola, CAF, Enagas, Petronor y CLH. También lo es Euskaltel, aunque Kutxabank defiende para la empresa de telecomunicaciones una "consolidación" con otras cableras regionales (ver información adjunta).
En Sabadell, de momento, no hay intención de vender, en espera de que se cierre la reestructuración del sector financiero español. BBK y Kutxa se quedaron con un 0,85% y 0,67%, respectivamente, del banco catalán después de que éste absorbiera Guipuzcoano, en el que ambas tenían casi el 25%. Ahora, Kutxabank tendrá un 1,52% de Sabadell y mantendrá esta inversión por si el banco catalán hace algún movimiento en la reordenación que le resulte de interés. Si no lo hace pasado 2018 o 2013, la participación "tendría poco encaje" en la cartera de Kutxabank.
La organización de la cartera de banco vasco va a ser lenta y trabajosa. "Es casi como el inventario de una empresa", dice Vivanco. Las tenedoras son variadísimas; algunas participaciones cuelgan directamente de las cajas, y hay que integrar la cartera de Cajasur, que sigue en BBK Bank. En principio, Kutxabank no creará un hólding para su cartera, y tampoco prevé constituir cabeceras para sus tres grandes negocios: participadas, inmobiliario y parafinanciero. "Parece lo más fácil, pero tenemos que evitar costes fiscales y ajustarnos a las restricciones regulatorias sobre concentración de riesgos".
CAF, Iberdrola, CLH, Enagas y Petronor son "estratégicas" para Kutxabank, al igual que Euskaltel, para la que busca una consolidación con otras cableras.
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