Josephine Bakhita una analfabeta que ha llegado a lo más alto

Josephine Bakhita -bakhita en sudanés quiere decir «la afortunada»-, la ex esclava africana, conservó durante toda su vida en su piel de azabache las cicatrices del látigo de su patrón con el que le exigía obediencia y sumisión ilimitadas. «La madre morenita» de la orden de las monjas canossianas de un convento de Schio, en la provincia de Vicenza, al norte de Italia, se convertirá en la protagonista de un espectáculo musical que será estrenado en el teatro de Brancaccio de la capital italiana el próximo sábado 23 de mayo. El espectáculo será representado por las muchachas que estudian en la escuela de Schio, la misma donde pasó sus años de postesclavitud hasta su muerte en 1947.

La «morenita» sudanesa, en una ceremonia solemne oficiada por el Papa Juan Pablo II, fue beatificada ayer junto a monseñor Escrivá de Balaguer. La vida de Bakhita tiene argumento. Vendida aún niña en un mercado sudanés de esclavos. Sirviente de un cónsul italiano que la compró. Revendida en Italia. Azotada, maltratada y humillada durante casi toda su vida, encuentra, al fin, refugio y tranquilidad en un convento de monjas canossianas italianas y termina por profesar dicha orden.

Allí continúa con sus trabajos humildes -su vida es un triste canto a la humillación humana-, cocinera, lavandera, portera... Semianalfabeta, sabía leer pero no escribir, «redacta» una biografía que es un canto a las cosas pequeñas, simples y humildes de la vida. Bakhita no tendrá misas multitudinarias en su honor, como ocurrirá estos días con Escrivá de Balaguer, pero tendrá un «musical» y, con suerte, pasará desde un mercado de esclavos, a un convento, a su glorificación en San Pedro y a los escenarios de Broadway.

Comentarios

  1. me ha encantado leer este articulo..ya sabemos algo mas de nuestra santa ,que lucho y se convirtio en monja.

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