Mi hermana es puta, la llamo así
Quai de la Gare, un grupo de artistas y creativos de París libra desde hace meses una batalla por su supervivencia física frente al plan de reordenación urbanística del barrio de Tolbiac, que amenaza con sepultarles bajo el cemento. ¿Motivo?, el original inmueble que los creativos ocupan y que moldea su identidad, situado en el 91 de la Quai de Gare (muelle de la estación), no encaja con el estilo que el Ayuntamiento quiere imprimir al barrio. El alcalde del distrito, Jacques Toubon quiere que la zona se convierta en «el barrio del libro y la imagen», mientras los artistas le ofrecen «el Montparnasse del siglo XXI». Las operaciones urbanísticas en este barrio industrial han comenzado ya, aunque el plan de reordenación está en pañales.
El American Center, venerable institución del paisaje cultural parisino y la «Trés grande Biblioteque», fastuoso proyecto de biblioteca nacional del presidente de la República, echarán raices en los terrenos hoy ocupados por las vías de la estación de Austertilz, que llevan a España. Las 130 hectáreas objeto del plan de reordenación se convertirán en un jardín de cultura oficial u oficiosa en el que no quedará ni rastro de su pasado ferroviario. En estas condiciones, ¿cómo conservar en el barrio a un grupo de artistas que tuvo la mala idea de instalarse en unos almacenes frigoríficos ferroviarios?
El American Center, venerable institución del paisaje cultural parisino y la «Trés grande Biblioteque», fastuoso proyecto de biblioteca nacional del presidente de la República, echarán raices en los terrenos hoy ocupados por las vías de la estación de Austertilz, que llevan a España. Las 130 hectáreas objeto del plan de reordenación se convertirán en un jardín de cultura oficial u oficiosa en el que no quedará ni rastro de su pasado ferroviario. En estas condiciones, ¿cómo conservar en el barrio a un grupo de artistas que tuvo la mala idea de instalarse en unos almacenes frigoríficos ferroviarios?
La antigua «Estación frigorífica de París-Ivry» es un macizo edificio de cinco plantas, dividido en dos alas con un total de 9.400 metros cuadrados. «Al principio esto fué cosa de amiguetes», comenta Chantal Woindrich, una pionera del Quai de la Gare que entró en 1980 con una precaria asociación de teatro musical y que hoy produce discos en los modernos estudios de sonido W.W.. «Descubrimos por azar que éste espacio era ideal», señala Jean Paul Réti, quien recuerda que también fue necesaria una inversión personal de tiempo y dinero para habilitar cada estudio o taller,operaciones que costaron un total de10 millones de francos,sin contar el trabajó.
Laura Valo12 de Sep de 2008, a las 03:16
Putaa cmo q mmm.. ehh?? Ya estas cambiando ese titulo...¬¬
Comentarios
Publicar un comentario