Cromos antiguos

Pero no previó Dios que los iberos eran pérfidos y malandrines. Y pronto empezaron estos a usar de malas mañas, y los toros eran debilitados y maltratados por criminal mano en dehesas y corrales. Y usaban los hombres de Iberia de extraños artificios llamados muecos para disminuir lo afilado y largo de los cuernos, perfidia que se dio en llamar afeitado; y luego en laboratorios y reboticas se dieron a degradar con ahínco la fortaleza y hermosura de los toros creados por Dios. 

Y entonces, apareció sobre la faz de la tierra, obra de los hombres, el llamado toro artista de la estirpe de los Domecq que, en sus distintos hierros y familias, invadieron todas las vacadas. Y pensó Dios: éste es el principio del fin. Y lloró amargamente porque los toreros machos que él había creado para que lidiasen toros machos, y los subalternos de corazón esforzado, y los maestros de clara inteligencia, preferían estos simulacros de toros y vio que su obra no había merecido la pena. Y luego se fijó Dios en el público de las plazas y, singularmente, en éste de Valencia, que es la tierra de las flores. Y dudó si enviar sobre esta magnífica Fiesta el fuego purificador o las siete plagas de Egipto. Y vio que éstas estaban ya sobre la tierra y que no había fuego que exterminarlas pudiera. Acabaron las Fallas con una corrida del Marqués de Domecq desastrosa, calamitosa, impresentable y digna de juzgado de guardia. 

El único que no se cayó fue el sobrero sustituto del inválido cuarto. Y al quinto, que a duras penas se mantenía en pie, los cuernos se le caían a cachos como si estuvieran carcomidos. Con el poncismo triunfante y en olor de santidad -y siendo las Fallas la primera feria importante del año- dicen que, a partir de ahora, quien haga y deshaga en el mundo de los toros será Valencia. Yo tiemblo de que pueda ser cierto. De momento, en Valencia, han mandado y ordenado esta feria los toros de Domecq en sus distintos cruces consanguíneos. Si esto es el toro que va a mandar en la Fiesta, mejor será huir a toda prisa de las plazas.